Al parecer, el alma humana pesa 21 gramos. Esto fue demostrado en 1927 por el cientifico Duncan Mcdougall, quién realizó experimentos de pesaje con personas moribundas durante un periodo de tiempo considerable, concluyendo que las personas cuando morían, perdían 21 gramos de su cuerpo. Esto fué medido por camillas especiales diseñadas por el investigador que detectaban cualquier varianza en el peso de los sujetos estudiados al momento de morir. Inclusive, perdida de cabello y fuidos eran pesados. Pero, al momento de morir y despues de dar el ultimo aliento, las personas sufrían una disminción constante de 21 gramos.
Algunas teorías dicen que esto se debe al ultimo expiro del difunto, quien libera el aire de sus pulmones y por lo tanto, el peso de este. Esto no ha sido comprobado. Igualmente, el investigador se encargó de realizar el mismo experimento con animales, sin dar los mismos resultados.
En fin una de las tantas incógnitas que se unen a la de la vida después de la muerte. Y ni siquiera sabemos todavía si existe algo que se llame "alma"...
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