El libro es,
asimismo, mencionado por otros autores del círculo lovecraftiano, como
August Derleth o Clark Ashton Smith. Desde entonces, el libro ficticio
ha inspirado la publicación de diversas obras de igual título.
Índice:
1 El título.
2 Descripción.
3 Orígenes.
4 Ficción verosímil.
5 Véase también.
6 Referencias.
7 Bibliografía.
1 El título.
2 Descripción.
3 Orígenes.
4 Ficción verosímil.
5 Véase también.
6 Referencias.
7 Bibliografía.
El título:
La etimología de Necronomicón es más transparente de lo que suele creerse. Aunque la forma no está testimoniada en griego antiguo, se trata de una construcción análoga a adjetivos comunes como astronómico o económico. Estos adjetivos están formados por tres elementos: Un lexema (ἀστρο-, οἰκο-, νεκρο-) + el lexema νόμος ('ley, administración') + el sufijo -ικος, sin significado, que sirve para formar adjetivos. Así pues, astronómico significa etimológicamente «relativo a la ley u ordenación de los astros»; el neologismo necronómico sería «relativo a la ley (o las leyes) de los muertos».
Cuando estos adjetivos se ponen en neutro singular (ἀστρονομικόν) o plural (ἀστρονομικά), adquieren un valor genérico: en el ejemplo, «lo relativo a los astros», «las cosas relativas a la ordenación de los astros». Necronomicón, neutro singular, es por tanto «(el libro que contiene) lo relativo a la(s) ley(es) de los muertos», del mismo modo que el Astronomicon del poeta latino Marcus Manilius (s. I d. C.) es un tratado sobre los astros.
En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer, Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño. Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología: a su juicio, significaba «Imagen de la Ley de los Muertos», pues en el último elemento (-icon) quiso ver la palabra griega εἰκών (latín icon)
Descripción:
Según H.P. Lovecraft, el Necronomicón es un libro de saberes arcanos y magia ritual cuya lectura provoca la locura y la muerte. Pueden hallarse en él fórmulas olvidadas que permiten contactar con unas entidades sobrenaturales de un inmenso poder, los Antiguos, y despertarlas de su letargo para que se apoderen del mundo, que ya una vez fue suyo.
Se supone que está dividido en cuatro libros.
Libro: I Capítulos: 42 Descripción: Cuenta las grandezas de los Primigenios y sus legiones; y el esplendor de los dioses.
Libro: II Capítulos: 19 Descripción: Habla sobre lo acontecido en el año de la muerte y el temido Nyarlathotep.
Libro: III Capítulos: 36 Descripción: Narra acerca de la magia, de sus rituales, y secretos.
Libro: IV Capítulos: ?? Descripción: Aquí se describe lo escrito en el
Libro del Destino, que anuncia lo que sucederá en la sagrada Orden.
Quizás la cita más famosa del Necronomicón en la narrativa de Lovecraft sea ésta:
"Que no está muerto lo que yace eternamente, y con los eones extraños incluso la muerte puede morir."
El Necronomicón aparece en gran parte de los escritos de Lovecraft, que
cita también otros libros de magia, como De vermis mysteriis (en latín,
«Sobre los misterios del gusano») y Le culte des goules (que en francés
quiere decir «El culto de los gules»), atribuido al Conde D'Erlette (un
guiño a August Derleth, miembro del «Círculo de Lovecraft»). Otros de
los libros, reales o no, que aparecen en las ficciones de Lovecraft son:
los fragmentos o manuscritos Pnakóticos; Image du Monde, de Gauthier de
Metz y «El gran dios Pan» de Arthur Machen.
Orígenes
En 1927, Lovecraft escribió una breve nota sobre la autoría del Necronomicón y la historia de sus traducciones, que fue publicada en 1938, tras su muerte, como Una historia del Necronomicón.
Según
esta obra, el libro fue escrito con el título de Kitab Al-Azif (en
árabe: «El rumor de los insectos por la noche», rumor que en el folclore
arábigo se atribuye a demonios como los djins y gules) alrededor del
año 730 d.C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred (cuyo nombre original
podría haber sido Abdala Zahr-ad-Din, o Siervo-de-Dios-Flor-de-la-Fe),
de Saná (Yemen). Se dice que Alhazred murió a plena luz del día devorado
por una bestia invisible delante de numerosos testigos, o que fue
arrastrado por un remolino hacia el cielo.
Lovecraft abunda en datos para hacer verosímil la existencia del libro. Por ejemplo, cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iraní o árabe que existió realmente.
También cuenta que hacia el año 950 fue
traducido al griego por Theodorus Philetas y adoptó el título actual
griego, Necronomicón. Tuvo una rápida difusión entre los filósofos y
hombres de ciencia de la Baja Edad Media. Sin embargo, los horrendos
sucesos que se producían en torno al libro hicieron que la Iglesia
Católica lo condenara en el año 1050. En el año 1228 Olaus Wormius
tradujo el libro al latín, en la que es la versión más famosa, pues
(siempre según la ficción lovecraftiana) aún quedan algunos ejemplares
de ella, mientras que los originales árabe y griego se creen perdidos.
A pesar de la persecución, según Lovecraft se realizaron distintas impresiones en España y Alemania durante el siglo XVII. Supuestamente, se conservarían cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham (EE.UU.) y otra en la Universidad de Buenos Aires.
Ficción verosímil:
Sobre el carácter ficticio del libro, Lovecraft escribió lo siguiente:
Ahora bien, sobre «los libros terribles y prohibidos», me fuerzan a
decir que la mayoría de ellos son puramente imaginarios. Nunca existió
ningún Abdul Alhazred o el Necronomicón, porque inventé estos nombres yo
mismo. Luwdig Prinn fue ideado por Robert Bloch y su De Vermis
Mysteriis, mientras que el Libro de Eibon es una invención de Clark
Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder de Friedrich von Junzt y
su Unaussprechlichen Kulten.... En cuanto a libros escritos en serio
sobre temas oscuros, ocultos, y sobrenaturales, en realidad no son
muchos. Esto se debe a que es más divertido inventar trabajos míticos
como el Necronomicón y el Libro de Eibon.
De hecho, el famoso árabe loco Abdul Alhazred no es más que un apodo que él mismo se puso en la infancia, inspirado en la reciente lectura de Las mil y una noches (Alhazred = all has read, el que lo ha leído todo).
Lovecraft
logró hacer un excelente engaño al aportar datos respecto al
Necronomicón. Por ejemplo, señalaba que quedaban muy pocos ejemplares de
tal libro "prohibido" y "peligroso". En el cuento El horror de Dunwich
se ubican ejemplares en la Universidad de Buenos Aires, en la Biblioteca
de Widener de Harvard, la Biblioteca Nacional de París, en el Museo
Británico y en la inexistente Universidad de Miskatonic en la ciudad de
Arkham (que aparece repetidamente en los cuentos de Lovecraft). Tanto es
así que muchos creen efectivamente en la existencia de tal libro y se
han dado casos de sujetos estafados al comprar los supuestos
"originales" del Necronomicón.
Sin lugar a dudas, este libro
tiene la fama de dar pie a las más grandes confusiones. Se pueden
encontrar páginas en internet que pretenden desvelar sus misterios y
hasta lugares donde se ofrece a la venta. Es frecuente que se cometan
estafas, ofreciendo "ejemplares del Necronomicón" y réplicas de
grimorios medievales.
August Derleth cuenta en su artículo «The
Making of a Hoax» cómo en la publicación Antiquarian Bookman aparece un
anuncio, en 1962, que dice:
Alhazred, Abdul. Necronomicón, España
1647. Encuadernado en piel algo arañada descolorida, por lo demás buen
estado. Numerosísimos grabaditos madera signos y símbolos místicos.
Parece tratado (en latín) de Magia Ceremonial. Ex libris. Sello en
guardas indica procede de Biblioteca Universidad Miskatonic. Mejor
postor.
En el mismo artículo se cuenta que una vez un estudiante
gastó la broma de incluir su ficha en el registro de la Biblioteca
General de la Universidad de California, en la sección BL 430, dedicada a
las religiones primitivas.4 Así el Necronomicón fue pedido
insistentemente (incluso por profesores). Se dice que Jorge Luis Borges
creó una ficha sobre el mismo en la Biblioteca Nacional de Argentina,
así como que en el catálogo de la Biblioteca de Santander (España)
aparecía también una versión latina del libro.
Numerosos
escritores y artistas han intentado hacer realidad esta ficción, con lo
que se han publicado muchos libros con este título. Normalmente se
procura mantener el misterio y en el mismo libro no se incluyen
aclaraciones explicando que es falso. Algunos de estos necronomicones
son simples listados de los primigenios más conocidos, junto a símbolos y
oraciones sin significado imitando burdamente el estilo de Lovecraft,
pero existen también algunos muy cuidados, valiosos y dignos de
colección. Por problemas de derechos de autor, algunos de ellos no
contienen las frases que Lovecraft inventó como citas del Necronomicón
en sus relatos.
El extraordinario dibujante H. R. Giger publicó
una recopilación de sus dibujos bajo el título Giger's Necronomicon, en
dos volúmenes, en una edición muy cuidada pensada para coleccionistas
(encuadernados en piel negra, 666 ejemplares, con un holograma
escondido). La editorial española La factoría de ideas ha publicado
también con este título un libro de relatos escritos por seguidores de
Lovecraft. Cabe destacar el Necronomicón de Donald Tyson (publicado en
2004 por Edaf), escrito como la biografía en primera persona de Abdul
Alhazred, siguiendo el estilo literario de los escritores árabes, y que
recoge y explica todos los mitos y ciudades que aparecen en los relatos
de Lovecraft, incluyendo la explicación del origen del mundo con el
estilo trágico de Lovecraft.
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