El inglés Edward Bach y la minuciosa observación de médicos franceses del siglo XVII han dado lugar a ciertas terapias alternativas o complementarias en las cuales el ser humano no solo encuentra salud, sino una mejor manera de vivir. El ser humano está compuesto realmente por tres cuerpos: el físico, el mental y el espiritual, los cuales interactúan entre sí. Si nuestro cuerpo mental no está equilibrado, esto se reflejará tanto en nuestra parte espiritual como física. Por lo tanto, las enfermedades son una manifestación de que nuestra parte espiritual o mental no se encuentra bien. Este es el principio holográfico u holístico en el que se basan las terapias alternativas, ya que conciben al ser humano como un todo.
Entonces, ¿qué sucede cuando tomamos las esencias del doctor Edward Bach, consumimos algunas frutas cargadas de poderes prodigiosos o nos llegan ciertos aromas? La frutoterapia, las esencias de Bach y la aromaterapia son solo tres de las cientos de terapias alternativas que existen y que millones de hombres y mujeres están utilizando diariamente. Estas terapias no reemplazan a la medicina tradicional o alopática, y por eso algunos prefieren llamarlas terapias complementarias, ya que coadyuvan a los tratamientos que aplica la medicina tradicional en sus pacientes.
Es importante partir del principio de que la medicina es una sola: la medicina básica y fundamental que se enseña en la Facultad de Medicina, es decir, las mismas ciencias básicas. Lo que varía a la hora del tratamiento es precisamente el enfoque terapéutico. Ambas partes son necesarias, ya que una sin la otra no constituyen la verdad completa. La medicina alopática es parte de esa verdad y es la base de lo que hacemos. Lo holístico, lo integrador, que es el modelo de Medicina actual del siglo XXI, suma tanto lo convencional como lo alternativo y lo complementario.
Es importante destacar que en ningún momento se pretende con las terapias complementarias sustituir la potencia farmacológica de ciertas drogas de síntesis química, ni tampoco se pretende abordar lo quirúrgico con terapias complementarias. La diferencia básica entre la medicina tradicional y la alternativa radica en el trato que el médico le da a su paciente. Los terapeutas bioenergéticos saben que para sanar a un paciente es necesario conocer su mundo emocional.
Muchas de las terapias complementarias existen desde hace siglos y fueron practicadas durante muchos años de forma tímida y aislada por grupos de personas que conocían sus beneficios. Sin embargo, hombres y mujeres basados en la intuición y en el método científico han comenzado a investigar otras formas para alcanzar una mejor manera de vivir.
Un ejemplo de esto es el doctor Morales, un colombiano que desde hace muchos años se ha preocupado por la preservación de la naturaleza y por un acercamiento entre el hombre y su entorno. El aporte del doctor Morales a la humanidad es la frutoterapia, basada en la intuición y la disciplina de los métodos científicos, ha descubierto un hermoso universo en las frutas donde la salud y el comportamiento humano están profundamente conectados.
El doctor Morales inició hace más de 30 años la investigación formal de las frutas como una alternativa económica para el hombre del campo. Descubrió que la gente no consumía frutas porque desconocía todas sus bondades. En esta nueva etapa investigativa, el doctor Albert Ronald empezó a encontrar un mundo maravilloso lleno de datos muy interesantes.
Antes de que los españoles llegaran a América Latina, la comida era muy insípida en todo el planeta porque no se conocía el tomate, el cual es nativo de América Latina, especialmente de Colombia, Perú y toda la parte tropical de México y Centroamérica. El tomate es la fruta más consumida en el planeta en este momento. En su investigación, el doctor Morales encontró que las frutas tenían poderes curativos sorprendentes.
Hoy en día, son miles las frutas clasificadas, y el poder sanador, el sabor y la textura de cada una de ellas las hacen especiales. Algunas frutas sobresalen por sus virtudes extraordinarias, como la guayaba, la mandarina y la papaya. El doctor Morales ha descubierto que las frutas tienen propiedades curativas que superan las expectativas, y su investigación ha llevado al desarrollo de tratamientos alternativos utilizando frutas para diversas condiciones de salud.
La terapia de las frutas, conocida como frutoterapia, es practicada por miles de personas. El doctor Albert Ronald ha investigado otras terapias alternativas y las fusiona para atender a los habitantes de su consultorio en Albeles. Además de la frutoterapia, utiliza técnicas como la digitopuntura para sanar a sus pacientes.
Los pacientes han aprendido acerca de la frutoterapia y han experimentado sus beneficios, y han compartido sus experiencias positivas con la comunidad. La frutoterapia ha tenido un impacto positivo en la vida de muchas personas, ayudándoles a mejorar su salud y calidad de vida.
La investigación del doctor Morales se basa en la observación y la intuición, así como en el conocimiento científico. Él rescata la tradición indígena de permitirle a la naturaleza hablar y escucharla, y ha utilizado esta sabiduría ancestral para descubrir las propiedades curativas de las frutas.
La frutoterapia es más que simplemente consumir frutas; es un estilo de vida que promueve la conexión con la naturaleza y el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Al consumir frutas y practicar terapias alternativas como la aromaterapia, las personas pueden mejorar su salud y bienestar de manera holística. La frutoterapia nos recuerda que las plantas nos ofrecen no solo alimento, sino también medicina para nuestro cuerpo y alma.
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