Una de las leyendas mas pesadas y extrañas de toda Escocia es la de un sujeto llamado Sawney Bean y toda su familia.
Cuenta la Misma que en los últimos años del siglo XVI vivió en las afueras de Edimburgo una familia compuesta por 48 miembros, todos nacidos de relaciones incestuosas. Esta pandilla vivía en una cueva a cercana al mar. La familia completa se dedicaba a robar y saquear carabanas y asesinar gente local. La carne de los que capturaban era su alimento.
La familia completa siguió retrogradando hasta un comportamiento totalmente animal y salvaje, y así pasaron 25 largos años, donde ellos fueron el azote de los lugareños y una maldición para la misma escocia. Solo tras este tiempo, la familia, de la cual no se sabía nada hasta ese momento, fué capturada gracias a un incidente inesperado.
Un viajero que iba con su esposa fué emboscado por los seres, quienes lo rodearon. El jinete poseía una espada, que finalmente fué su salvación al poder escapar de los seres. Lamentablemente, la esposa de este pereció en manos de ellos, por lo cual el viajero huyó solo.
Mas tarde, el jinete informa de manera indirecta al rey de escocia de la amenaza, quién rastrea la cueva y captura la familia completa, encontrando 48 personas. Se dijo por palabra del rey que esta familia eran seres que no merecían un juicio. Los hombres fueron desmembrados en público mientras los miraban las mujeres, para quienes se reservaba la hogera.
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